Cómo definir objetivos para emprender
enero 10, 2023La Inteligencia Artificial en la Comunicación Corporativa: ¿Desafío u oportunidad?
abril 30, 2023La pandemia ha dejado pocas cosas buenas, pero una de ellas ha sido la de posicionar la comunicación como una herramienta fundamental dentro de las organizaciones. En un momento en el que no podíamos acudir a la oficina o lo hacíamos con restricciones, se pudo constatar que la comunicación es esencial a la hora de propiciar la colaboración y la implicación imprescindibles para el buen funcionamiento de cualquier entidad.
En muchas profesiones nos pasamos casi el 70 % del tiempo comunicándonos: Escribiendo, leyendo, hablando y escuchando. Y yo añadiría que la comunicación, sobre todo, es vital para quienes ocupan puestos directivos. Pero la pregunta es: las figuras directivas, sean de la generación que sean, ¿tienen las habilidades comunicativas necesarias para ejercer el puesto que les han confiado? Y otra cuestión más: ¿tienen las habilidades comunicativas necesarias para acceder a puestos de incluso mayor responsabilidad?
Tal vez muchas de estas figuras directivas tienen habilidades innatas, pero otras pueden presentar carencias, porque la comunicación no suele formar parte de los programas educativos. Necesitan, por tanto, aprender y, sobre todo, entrenar.
Yo relaciono las consultorías en comunicación con el ámbito académico, porque la persona que ha recibido una formación en comunicación también necesita practicar, para no olvidar lo aprendido a los pocos días. No resulta sorprendente, pues, que agencias y profesionales incluyamos consultorías en comunicación en el abanico de servicios que ofrecemos.
Formación personalizada
En mi caso, por ejemplo, la formación que brindo se adapta de forma muy personalizada a las necesidades del cliente (casi siempre figuras directivas) y puede ir desde la capacitación para redactar una publicación en redes sociales y en el blog corporativo, hasta la formación de portavoces que les preparará para hablar en público con aplomo y acierto. Es, por tanto, una formación en comunicación 360º, porque incluye la comunicación externa, interna, digital, escrita, verbal y no verbal y en un contexto de comunicación descendente, ascendente y cruzada. Esta formación también se adapta a la marca personal de los empleados y colaboradores de las empresas y al estilo comunicativo de estas.
Antes de comenzar la colaboración, se firma un acuerdo de confidencialidad para garantizar que toda la información que el cliente pueda compartir durante la formación no salga de allí. Entre sesión y sesión, además, actúo como consultor y orientador, aportando ayuda y motivación para propiciar que lo aprendido se consolide y se mantenga la predisposición a seguir desarrollando las propias habilidades comunicativas.
No en vano, la comunicación es hoy por hoy una de las habilidades blandas más importantes, junto con otras como la resolución de problemas o el liderazgo, competencias cuyo ejercicio también requiere, a su vez, de la comunicación (saber transmitir ideas, ser asertivo, saber expresarse escrita y oralmente y escuchar de manera activa). Por lo tanto, es evidente que las consultorías en comunicación se han convertido en una formación vital e improrrogable para las empresas.